Tip: La mesura en la música

¿Eres perfeccionista? ¿Autoexigente? ¿Conoces tus límites?


En éste espacio de tips para mis estudiantes, clientes y suscritos varios, normalmente doy tips apuntando a la productividad a partir de la acción, pero esta vez iré a lo contrario.

En una vida entera de trabajo incansable, dónde mientras más tiempo pasa el estudio y el talento se hacen más insuficientes he descubierto un secreto tremendo y que carga años de experiencia: está bien parar.

El límite: En mi experiencia he tenido la suerte de conocer y exceder mis límites, y creo que siempre es bueno saberlos. De esa manera puedes adquirir compromisos que podrás cumplir y rechazar en los que no alcanzarás a lograr el cometido de una forma óptima (esto abre a debate "qué es óptimo" y por otro lado, un tema que da para otro post: ¿Cómo decir que no?). Mis límites como compositor, sesionista de música popular en piano, arreglador, productor y co-compositor, y profesor han sido:

Composición: 200 canciones en 2 meses; 4 canciones en un día (a los 14 años)

En sesiones - grabaciones: grabar 12 temas en 2 horas (con banda) (2012)

En grabación de composiciones: grabar 16 temas en 3 horas. (el 2018)

En composición y producción: Dar cierre a una colaboración composicional y hacer el arreglo en el DAW-maqueta para 20 instrumentos aprox (incluidos 6 brass) en un día. (2018)

En arreglos y producción: hacer un arreglo de bigband con la grabación en vst en 2 días y Hacer 3 arreglos para cuartetos de cuerda y piano en una noche (en ambos casos la experiencia fue una locura y honestamente preferiría no repetirlo nuevamente). (2013 y 2018)

La cantidad no implica calidad; mi última obra para piano "Colores" me tomó prácticamente 6 meses escribir. El disco escamas me tomó 4 años, pero Seventh Gate lo compuse (las líneas e ideas principales) en 2 meses.

A sabiendas de mis límites prefiero tener 2 semanas para estudiar una sesión/evento. En el caso de las producciones y composiciones por encargo (o co-composiciones) entre 1 a 2 meses, pero eso es mi caso y creo que cada uno debe encontrar el balance entre lo que considera lo mínimo para entregar y el tiempo sano que tome realizarlo. Con respecto a mis propias composiciones hoy en día he acumulado tantas que para componerlas me tomo el tiempo que tenga que tomarme, y en la producción de éstas el límite es la fecha de lanzamiento. Volviendo a los límites en trabajos para-con otras personas: en muchos casos quedé con sensaciones de stress y otras emociones negativas que... mirándolo con retrospectiva no tiene ningún sentido cuando eliges hacer lo que te apasiona.

Por supuesto que éste texto está escrito a gente autoexigente, perfeccionista, que le encanta hacer bien las cosas y que de cierta forma, no puede evitarlo; ésta es la gente con que trabajo. Bajo ninguna circunstancia creo que la mediocridad lleve a alguna parte, si bien en el mundo que vivimos ser experto en algo no implica que te vaya bien, el desarrollo y despliegue de todas las habilidades que implican avanzar requieren disciplina y trabajo. Caer en el otro extremo es un problema que puede costarte muy caro si no sabes parar aunque sea unos minutos, un día, o lo que sea necesario.

La mesura me llegó como un rayo cuando empecé a tener serios problemas de salud. Cosa que no había sentido realmente desde la lesión que adquirí en mis viajes y que nunca me abandona. Desde distintos lados, estudios de emprendimiento, yoga, libros filosofía, amigos, etc. comprendí que la mesura es como el silencio de la música tradicional, sin respiro no hay canto, sin aire no hay vida. Si no sabes medir la mesura mi tip de hoy es búscala y sigue trabajando duro, avanzando constantemente, amando la música/producción o lo que sea que hagas, disfrútala al máximo. Tener esos pequeños respiros ayudan a recordar que somos unos """"afortunados"""" por poder darnos tiempo para hacer lo que nos apasiona.


Texto y Fotografía: Danilo Dawson